Día 5: Un paseo por la Toscana: San Gimignano y Siena.


 
29 de Septiembre de 2011.

Nos levantamos esa mañana diciendo hasta pronto a Florencia. El destino final del día era Roma pero la idea era aprovechar la mayor parte del tiempo  visitando una de las localidades más conocidas de la Toscana, Siena.

Salimos pronto de Florencia y, cuando apenas llevábamos media hora de trayecto, vimos el desvío a San Gimignano en la carretera. Aunque cuando preparamos el viaje ya habíamos hablado sobre la posibilidad de visitar el pueblo este día, finalmente desechamos la idea por falta de tiempo y decidimos que sería mejor centrarnos en Siena para así poder conocer a fondo la ciudad. Pero como habíamos madrugado mucho pensamos que sería posible acercarnos a San Gimignano aunque no para visitarlo a fondo, sino con la única idea de hacer la típica fotografía del pueblo con sus características torres.

La idea de desviarnos del itinerario inicial nos permitió ver unos paisajes que de otro modo no hubiésemos conocido. El típico paisaje de la Toscana, con suaves colinas y muchos muchos viñedos apareció ante nosotros tras dejar la autovía. 


Paisaje de la Toscana

Pero, a pesar de que dimos varias vueltas al pueblo, no conseguimos divisar la famosa vista de San Gimignano, y eso que durante un buen rato entramos y salimos por diferentes carreteras con el fin de hacer la conocida foto. Al final, la mejor instantánea que conseguimos de sus famosas torres fue ésta... 

Vistas de las torres de San Gimignano

Nos pusimos más tarde rumbo a Siena, situada a menos de media hora de San Gimignano. Al llegar dejamos el coche en el Parking de S. Caterina situado justo al lado de unas escaleras mecánicas que permiten acceder sin apenas esfuerzo al centro de la ciudad, junto a la Piazza del Campo y a la Piazza del Duomo, evitando así subir a pie las características cuestas empinadas que llenan las calles del centro de la localidad toscana.

Cuando llegamos compramos por solo 10 € las entradas para la Catedral, Museo de la Ópera, Cripta y Baptisterio y nos dirigirnos en primer lugar al Museo de la Ópera para subir al Panorama del Facciatone por una estrecha escalera de caracol de 131 escalones. La subida no es muy pesada y las vistas merecen mucho la pena.

Siena

La panorámica de Siena desde allí es para no olvidar.

Vistas de Siena desde el Panorama del Facciatone

Facciatone

Nuestra siguiente parada fue el Duomo. Sus suelos de mármol están adornados con más de 56 escenas bíblicas e históricas. Nosotros tuvimos la suerte de visitarlo en la época en la que se encuentra completamente descubierto. Cada año, el pavimento del Duomo se desvela entre el 21 de agosto y el 27 de octubre.

El Duomo



Después, bajando un pequeño tramo de escaleras desde el Duomo, llegamos a la Cripta, descubierta en 1999,  en la que destacan sus paredes cubiertas de pintura. Y, más tarde, visitamos el Baptisterio de San Giovanni,  situado justo en frente de ésta última.

Terminamos nuestra visita a la ciudad conociendo uno de los lugares más conocidos de Siena, la Plaza del Campo, en la que anualmente se celebra la famosa carrera de caballos Il Palio, y descansamos en la plaza durante un buen rato, sentados al Sol, antes de continuar nuestro viaje hacia Roma.

Plaza del Campo

Plaza del Campo

Dos horas y media más tarde, ya casi anocheciendo, llegamos a la capital italiana con cuatro días completos por delante para conocer la ciudad…



  
   
        
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