París (II): Notre Dame, Saint Chapelle, Concergerie y el Barrio Latino.

Jueves 30 de Septiembre de 2010

Durante nuestro segundo día completo en París habíamos decidido dedicar la mañana a visitar la que me pareció la zona más bonita de la ciudad; el Sena, la visita a Notre Dame y las vistas que pudimos contemplar desde las torres de la basílica son algunos de los recuerdos que más guardo de nuestro paso por la ciudad.

La Saint Chapelle  fue nuestra primera visita del día. La iglesia se encuentra situada junto al Palacio de Justicia y esto hace que para acceder al recinto sea necesario cruzar por un control de seguridad que ralentiza bastante el acceso y que hizo que perdiésemos algo de tiempo esperando para entrar.

La visita a la Saint Chapelle merece la pena fundamentalmente por las vidrieras de la Iglesia pero en el momento que la visitamos la vidriera central se encontraba en proceso de restauración y esto afectaba bastante al conjunto aunque, aún en esas circunstancias, el interior de la iglesia seguía resultando precioso.




Las vidrieras representan mas de 1000 escenas bíblicas reconstruyendo las escrituras desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Vidrieras de la Saint Chapelle
Una vez visitada la iglesia nos fuimos hacia la Conciergerie, situada a unos escasos metros de la anterior y también junto a la orilla del Sena.

 

La Conciergerie es un palacio que fue convertido en prisión donde, entre otros personajes, estuvo encerrada María Antonieta. Visitamos la Sala de los soldados, el Jardín de las Mujeres rodeado de celdas, y la zona donde están los calabozos. Esta fue la parte que más nos gustó de la visita. En la celda donde estuvo encerrada Maria Antonietta se puede visitar una reproducción que refleja como era la prisión y como la guardia vigilaba constantemente sus movimientos en una estrecha celda separados de ella tan solo a través de un biombo.



Comimos después junto a la librería Shakespeare & Company, aunque eso lo sabríamos más tarde porque en ese momento no nos dimos cuenta de que estábamos sentados a unos metros de una de las más famosas librerías del mundo. 


La verdad es que esta librería es un lugar con un encanto especial, en el que los libros se encuentran por todas partes, amontonados en cualquier rincón o apilados en cada uno de los escalones de la escalera por la que se accede al primer piso, en el cual, en ocasiones, se alojan jóvenes a cambio de unas horas de trabajo en el lugar.

 

Después de comer nos fuimos a Notre Dame donde la entrada es gratuita para visitar en interior de la basílica. Para subir a las torres y ver las famosas gárgolas (y las impresionantes vistas de todo París) se accede por otra puerta en pequeños grupos que no entran hasta que no sale el grupo anterior.

Notre Dame
Un poco después de empezar la subida se llega a una zona de descanso en la que hay una tienda para realizar alguna compra, luego se sube un segundo tramo hasta las torres (donde se pueden ver las gárgolas) y finalmente un tramo más hasta donde se encuentra la famosa campana.

Vistas desde Notre Dame

Montmartre desde Notre Dame

Tengo que decir que tantos escalones ( 387 en total ) se hacen cansados, pero subir a las Torres de Notre Dame es sin duda el mejor recuerdo que tengo de París y el esfuerzo sin duda merece la pena. Para mi es totalmente recomendable y las vistas que pudimos contemplar una vez arriba son realmente increíbles. 

París desde Notre Dame

Paseamos después junto al Sena viendo los puestos de libreros y anticuarios y a media tarde habíamos terminado de visitar la zona. La Ile de la Cité es la zona de París que personalmente mas me gustó, la que me pareció sin duda mas romántica y bonita y a la que dedicaré más tiempo si volvemos por segunda vez a París.

Decidimos terminar lo que quedaba de tarde conociendo el Barrio Latino para visitar el Panteón y el Palacio y los Jardines de Luxemburgo. El Panteón alberga las tumbas de los grandes héroes franceses y en su interior se encuentra también el péndulo de Foucault que demuestra la rotación de la Tierra.


Después de hacer un alto y tomarnos un descanso en una cafetería junto a la Plaza del Panteón nos fuimos al Palacio de Luxemburgo (que en la actualidad alberga la sede del Senado) para terminar la tarde paseando por sus jardines.

Palacio de Luxemburgo
Y acabamos el día con este paseo que duró hasta que comenzó a llover y decidimos volver de nuevo a nuestro apartamento en París.