París (IV): Montmartre y el Arco del Triunfo.

Sábado 2 de Octubre de 2010

Nuestros días en París llegaban a su fin, y este era el último día completo que íbamos a pasar en esta preciosa ciudad a la que estamos deseando volver.

Por algún motivo este día apenas tomamos fotos y la calidad de las mismas no es nada buena. Como conté en la primera etapa en este viaje sólo llevábamos una cámara compacta que no dio mucho de sí.

Empezamos el día en Montmartre cogiendo el Metro hasta la parada de Abesses. Como curiosidad, esta parada de Metro es una de las más profundas de París y para salir al exterior a pie es necesario subir más de cien escalones.


Justo al lado de esta boca de Metro hay un pequeño jardín con una puerta de acceso que casi pasa desapercibida, y en el que se encuentra uno de los lugares más curiosos y románticos de la ciudad, el Muro del je t'aime. En él, según dicen, está escrito  "Te quiero" en mas de cien idiomas.

La Basílica del Sacre Coeur es el emblema de Montmartre y nuestra siguiente visita esa mañana. Para ascender la colina en la que se encuentra la basílica cogimos el funicular y en unos minutos estábamos en la cima de Montmartre contemplando las preciosas vistas que desde allí se pueden observar de todo París. De volver a París creo que trataría de hacer coincidir esta visita con el atardecer para ver iluminarse la ciudad desde el Sagrado Corazón.

Visitamos el interior de la Basílica y descansamos un rato en las escaleras que se encuentran frente a ellas, donde a cada pocos metros había artistas callejeros de todo tipo entreteniendo con música, bailes y acrobacias a todos los que allí estábamos.

Sacre Coeur

Las siguientes horas las dedicamos a callejear por Montmartre, donde pudimos comprobar que lo mejor del barrio es su ambiente.  Paseamos por la Plaza du Tertre, considerada el centro turístico de Montmartre, y por las calles cercanas llenas de locales con mucho encanto y de pintores de retratos que se agolpaban por toda la plaza.




Y caminando hacia los viñedos de Montmartre  pasamos también frente al Lapin Agile, una antigua taberna donde se reunían literatos que es en la actualidad un cabaret.


 Lapin Agile (izq) y Viñedos de Montmartre (dcha)

Terminamos la visita a Montartre en el famoso Moulin Rouge, un cabaret situado a los pies de la colina de visita obligada en cualquier visita a París.

Pasamos toda la mañana y parte de la tarde por la zona, paseando y después nos marchamos hacia el Arco del Triunfo, punto habitual de celebraciones y desfiles y, aunque después de tanto tiempo no recuerdo cual era el motivo del desfile que encontramos al llegar, el lugar estaba de lo más concurrido.


Los restos del soldado desconocido están depositados bajo el arco y una llama eterna arde en su recuerdo. También es posible subir sus más de 50 metros de altura para contemplar las vistas de París desde allí, nosotros no lo hicimos.

Arco del Triunfo

Esperamos a que atardeciese y desde allí nos marchamos de nuevo a la Torre Eiffel para ver el espectáculo de luces y para despedirnos de la ciudad desde el mejor lugar posible.


Nuestros días en París se acababan, aunque cuando nos marchamos aquella noche de la Torre Eiffel supe que algún día volvería por allí...