Por la Ruta Romántica: Rothenburg ob der Tauber, Dinkelsbühl y Nördlingen.

Martes 17 de Junio de 2014


La Ruta Romántica es posiblemente el recorrido turístico más famoso de Alemania; paisajes, visitas a castillos y pueblos medievales de casas con entramado de madera son el principal atractivo de esta ruta que se extiende desde Fussen hasta Würzburg 


Nosotros ya habíamos visitado algunos de los lugares que forman parte de ella, como el castillo de Neuschwanstein y Fussen, y habíamos dormido la noche anterior en el castillo de Colmberg, pero era este día cuando íbamos a visitar dos de los pueblos con más encanto de la Ruta Romántica, Rothenburg ob der Tauber y Dinkelsbühl y haríamos una breve parada en un tercero que podríamos haber obviado sin ningún problema, Nördlingen, para llegar ya de noche a Munich donde pasaríamos el siguiente día completo.  

Rothenburg ob ther Tauber.

Rothenburg fue uno de los sitios más bonitos que visitamos en este viaje. Dedicamos toda la mañana a pasear por el pueblo, sin muchas prisas, mientras buscábamos esos rincones perfectos que tantas veces habíamos visto fotografiados.  







Jacobskirche

Visitamos la Marktplatz o Plaza del Mercado donde se encuentra el Ayuntamiento (Neus Rathaus), entramos a la Iglesia de Santiago (Jacobskirche) y disfrutamos de una mañana tranquila en este precioso pueblo medieval.  

Marktplatz

Marktplatz
 
Entre los lugares más visitados de Rothenburg se encuentra también una famosa tienda de decoración navideña, Kate Wohlfahrt (C/ Herrengasse, 1).  Un lugar perfectamente decorado en cada rincón, donde nos transportamos al mes de diciembre y comenzamos a pensar en lo bonito que sería disfrutar de una Navidad en algún lugar de Europa donde esta época se viviese de una forma especial (unos meses más tarde lo haríamos realidad). 



Hicimos algunas compras, aunque no muchas porque los precios eran bastante elevados, pasamos junto al Museo del Crimen, aunque no entramos, y seguimos curioseando en tiendas y paseando hasta que a medio día decidimos parar a comer en la terraza de un restaurante con buenos precios, Roter Hahn.



También dedicamos buena parte del tiempo a recorrer las murallas que rodean el pueblo, y nos encontramos con rincones preciosos...


 

 Y con estas vistas de Rothenburg...


Rothenburg ob der Tauber nos encantó, aunque la cantidad de gente que nos encontramos ese día y el que algunos coches circulasen continuamente por el casco histórico le quitaron una parte del encanto a este pueblo casi perfecto. 



Fue por esto, porque no conseguimos verlo sin mucha gente, por lo que nos arrepentimos de no haber pasado la noche anterior aquí.

Dinkelsbühl. 

Después de comer continuamos la ruta hasta Dinkelsbühl, la que sería nuestra segunda visita del día. 

Dinkelsbühl no resulta tan bonito como Rothenburg, pero es que después de ver el segundo es difícil que otro pueblo te llegue a sorprender tanto. Aún así sigue siendo un pueblo medieval que hay que visitar y que es muy fácil de recorrer, sobre todo porque en Dinkelsbühl, a diferencia de Rothenburg, apenas había turistas y las calles estaban prácticamente vacías.


Munster St Georg en la Marktplatz

Nosotros estacionamos el coche en un parking situado a las afueras del casco antiguo y entramos a través de una de las puertas de la muralla que rodea la ciudad. Nos encontramos muy pronto con la Marktplatz, la principal plaza de Dinkelsbühl, en la que se encuentra la Catedral de San Jorge (Munster St Georg
 
Interior Catedral de San Jorge

Visitamos el interior de la misma pero no pudimos ver las vistas de los tejados de las casas del pueblo desde el mirador de la torre porque se encontraba ya cerrado. 


Aquí, como en Rothenburg, las casas del casco histórico son de colores y con entramado de madera, pero lo que mas nos gustó de Dinkelsbühl fueron las vistas de las torres de la muralla, los jardines y el río Wörnitz que bordea el pueblo y junto al cual paseamos durante un buen rato. 
 




Nordlingen. 

No teníamos previsto parar en Nördlingen, el siguiente pueblo de la Ruta Romántica, pero íbamos bien de tiempo y no teníamos prisa por llegar a Munich, con lo que decidimos hacer una pequeña visita al pueblo que nos podríamos haber evitado por completo.

Nördlingen nos pareció de lo más prescindible, y después de haber visto Rothenburg y más tarde Dinkelsbühl, la sensación que tuvimos fue la de que las expectativas iban cada vez a peor. Había leído que lo mejor de Nördlingen estaba en el paseo a través de su muralla, y comenzamos a andar recorriendo la parte superior de ésta durante casi media hora en la que tan solo vimos un pueblo mucho más descuidado y con mucho menos encanto que cualquiera de los que habíamos visitado hasta ahora.

Nordlingen

Decidimos regresar al coche antes de que la visita a Nördlingen estropease el buen recuerdo que teníamos del día que habíamos pasado recorriendo la Ruta Romántica y nos pusimos de nuevo en ruta hasta Múnich parando a cenar por el camino en un McDonalds junto a la carretera.

Llegamos ya de noche al Hotel Demas City, un hotel muy limpio y bien situado al que sólo encontramos un problema, el difícil acceso de los vehículos al parking. Tuvimos que subir el coche en un montacargas para acceder al sótano en donde se encontraban estacionados los vehículos y una vez allí, hacer mil maniobras para dejar el coche anclado y medio suspendido en unos elevadores.

Al día siguiente nos esperaba una visita a la capital de Baviera  

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