Holanda; preparativos, datos prácticos y algunos cambios de planes.

Del 24 de Enero al 27 de Enero de 2014

Quienes leyeron en su día la entrada en la que anuncié el viaje verán que las fechas no coinciden y no, no nos hemos equivocado, el viaje en un principio estaba previsto para  vivir la Navidad en Holanda, aunque finalmente no ocurrió así…

La idea era viajar en el mes de diciembre, cuando la decoración navideña llenaba las calles de Ámsterdam, y los mercadillos se instalaban en sus plazas. En esos meses teníamos ganas de disfrutar de unos días prenavideños fuera de España, pero una serie de malas circunstancias hicieron que nos quedásemos en tierra el día que pretendíamos volar y que, durante los días siguientes, yo solo pensase en la mala suerte que teníamos y en buscar el modo de poder conocer, por fin, el país de los tulipanes y las bicicletas.

Ámsterdam

Y es que no era la primera vez que planeábamos un viaje a Ámsterdam y finalmente no conseguíamos realizarlo. Cuando en febrero del año pasado viajamos a Brujas y Gante lo hicimos planteándolo en un principio como parte de un viaje combinado con Holanda, pero el trabajo hizo que en aquel entonces tuviésemos que reducir los días de los que disponíamos para nuestra escapada y decidiésemos dedicarnos únicamente a las dos ciudades belgas.

Holanda se nos estaba resistiendo, hasta que el día 9 de enero, tan solo un mes después de tener que cancelar el viaje, vi una oferta de vuelos en Ryanair que no pude dejar escapar.

Y así, casi sin pensarlo y en muy poco tiempo, preparamos de nuevo una escapada exprés a Ámsterdam, Marken y Zaanse Schans de tan solo cuatro días. Unos días en los que pasamos frío, muchísimo frío, pero en los que también disfrutamos de la capital del país, paseamos entre sus canales, visitamos la Casa de Ana Frank y conocimos dos de los pueblos más bonitos de Holanda, Marken y Zaanse Schans.

Zaanse Schans

Datos prácticos:

Compramos los vuelos con Ryanair volando desde Zaragoza al Aeropuerto de Charleroi en Bruselas por 26 € por persona ida y vuelta sin facturar y, aunque pueda parecer poco práctico volar allí, para nosotros no lo fue. El precio lo compensó con creces y nos permitió volar desde Zaragoza sin tener que desplazarnos a Madrid.

En el Aeropuerto de Charleroi alquilamos un Peugeot 108 a través de Rentalcars con la compañía Alamo por 101 € para tres días.


Itinerario:


En Charleroi y Ámsterdam elegimos dos hoteles de la cadena Ibis, bastante sencillos pero una apuesta segura; limpios, cómodos y económicos.

En Charleroi, al llegar bastante tarde, dormimos en el Ibis Budget Charleroi, situado a solo cinco minutos del aeropuerto, por 59 € la habitación doble con parking gratuito.

En Ámsterdam elegimos el IbisÁmsterdam Centre Stopera por 89 € la habitación doble. Un hotel muy bien situado para visitar Ámsterdam sin necesidad de coger ningún transporte público. En la misma calle en la que se encuentra ubicado hay un parking público en el que dejamos el coche durante 24 horas a un precio de 17 € acordado con el hotel para los clientes alojados en él.

Y pasamos también una noche en Zaanse Schans. Ya que disponíamos de coche quería alojarme alguna noche fuera de Ámsterdam y no pudimos elegir mejor. Zaanse Schans es un lugar precioso que se encuentra a apenas 20 minutos en coche de Ámsterdam. Reservamos el hotel D’Vijf Broers por 85 € la habitación doble, y disfrutamos de una cena y un desayuno con unas vistas preciosas del pueblo y los molinos de la zona…

Hotel D'Vjif Broers (Zaanse Schans)

Vistas de los molinos de Zaanse Schans desde el restaurante del hotel


Y si hubiésemos tenido más días, habría reservado también alguna noche de hotel en Marken, una isla preciosa que podría servir también como base para visitar los pueblos cercanos, un lugar que nos encantó y del que hablaré más adelante. 

A través de la web de reservas de la Casa de Ana Frank compramos dos entradas para realizar la visita por 9,50 € cada una. Es muy recomendable llevar las entradas compradas con antelación pues es fácil tener que esperar bastante tiempo solo para poder adquirirlas. Visitar la Casa de Ana Frank es una de las cosas que mas recuerdo del viaje. Después de haber leído dos veces el libro no podía marcharme de Ámsterdam sin conocer este lugar, sin pasar por sus estrechas habitaciones y por sus pasillos recordando los escenarios en los que Ana relató su día a día encerrada durante más de dos años.     

El viernes 24 de enero de 2014 cogimos, por fin, un vuelo a Charleroi con el objetivo de conocer una pequeña parte de Holanda durante los siguientes días y esta vez la suerte se puso de nuestra parte y no surgió ningún contratiempo de última hora.

Y los siguientes tres días los pasamos conociendo una pequeña parte de un país que nos ofreció mucho más de lo que en un principio esperábamos de él…



  
   
        
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